Carta anticipada de medianoche
Hola!
¿Qué tal terminaste el fin de semana?
Yo hoy estuve en el pueblo, que hacía muchísimo tiempo que no iba. Como está la familia allí ahora, pues he ido a comer con ellos, claro que he llegado tardísimo y comí sola, mientras me miraban los demás.
Luego, por la tarde, me bajé a la piscina, y estuve nadando un rato. Luego, para secarme, me puse al sol. Y con los ojos cerrados oía el agua y el aire... ¡ha sido un gustazo! Lo malo es que en algún sitio (no lo he identificado) ha debido haber un fuego serio, por que han pasado no menos de dos helicópteros un montón de veces. Esperemos que no se haya quemado mucha superficie, que con lo del Abantos hace unos años ya hemos perdido mucho verde en Madrid.
Cuando volvía a Madrid he visto una cosa que no había visto nunca en el camino: ¡un pedazo rebaño de ovejas! Había un montón, pero estaban esquiladas y me gustaron menos que cuando tienen todos sus pelos, parecían viejecillas arrugadas (con todo respeto ¿eh? que lo de viejecilla no va despectivo) Entre todo el rebaño, y a la sombra de un árbol, había un algo que parecía un perro negro estirándose, me ha hecho muchísima gracia, por que se tumbaba sobre la espalda y estiraba mucho, mucho las patas. Y luego se ponía como andando con las patas en el aire. Vamos, que se estiraba, pero también jugueteaba.
Y hoy no tengo más que contarte, por que estoy bastante cansada, y lo más destacable es eso, lo del rebaño, lo del incendio, y la maravillosa sensación de relax que me ha producido lo del agua de la piscina y las hojas del árbol que tenía encima movidas por el viento.
Así que...
... un saludico
¿Qué tal terminaste el fin de semana?
Yo hoy estuve en el pueblo, que hacía muchísimo tiempo que no iba. Como está la familia allí ahora, pues he ido a comer con ellos, claro que he llegado tardísimo y comí sola, mientras me miraban los demás.
Luego, por la tarde, me bajé a la piscina, y estuve nadando un rato. Luego, para secarme, me puse al sol. Y con los ojos cerrados oía el agua y el aire... ¡ha sido un gustazo! Lo malo es que en algún sitio (no lo he identificado) ha debido haber un fuego serio, por que han pasado no menos de dos helicópteros un montón de veces. Esperemos que no se haya quemado mucha superficie, que con lo del Abantos hace unos años ya hemos perdido mucho verde en Madrid.
Cuando volvía a Madrid he visto una cosa que no había visto nunca en el camino: ¡un pedazo rebaño de ovejas! Había un montón, pero estaban esquiladas y me gustaron menos que cuando tienen todos sus pelos, parecían viejecillas arrugadas (con todo respeto ¿eh? que lo de viejecilla no va despectivo) Entre todo el rebaño, y a la sombra de un árbol, había un algo que parecía un perro negro estirándose, me ha hecho muchísima gracia, por que se tumbaba sobre la espalda y estiraba mucho, mucho las patas. Y luego se ponía como andando con las patas en el aire. Vamos, que se estiraba, pero también jugueteaba.
Y hoy no tengo más que contarte, por que estoy bastante cansada, y lo más destacable es eso, lo del rebaño, lo del incendio, y la maravillosa sensación de relax que me ha producido lo del agua de la piscina y las hojas del árbol que tenía encima movidas por el viento.
Así que...
... un saludico
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