27 feb 2007

La Coctelera. 26 de junio de 2006

Ya estoy de...
... vuelta en casa. Se acabó el maravilloso fin de semana fuera de todo lo que me rodea.
Lo pasamos muy bien: fuimos y volvimos por un camino menos transitado (obviamente no voy a decir por donde, no sea que lo descubra alguien y se fastidie el chollo) y, aunque no ibamos "rápido", tampoco estuvimos parados, como muy posiblemente hubiera sucedido en el camino normal a Alicante.
Así que el propio viernes llegamos a tiempo de cenar y salir a tomar un algo. Vimos algunas hogueras (pondría alguna foto, pero no sé), y sucedió la anécdota de la noche (yo diría que vale para varios meses)
Estábamos en un bar, tomando unas copas. Yo tengo un cacharro que sirve para colgar el bolso de los sitios (en este caso de la propia barra). En un momento dado, mi chico (por lo general algo serio) se puso a hacer el ganso y yo quise sacar la cámara de fotos del bolso para inmortalizar semejante acción.
El caso es que él intentó impedirlo (sabe lo que puedo hacer con ese tipo de fotos suyas) y nos empezamos a "pelear". En estas el chiringuito se me desmontó, y el chisme desapareció.
Buscamos por el suelo (levantando papeles y paquetes de tabaco vacíos), miramos detrás de la barra, bueno, nosotros no, la camarera, salieron a la calle, por si hubiera volado hasta allí (estábamos relativamente cerca de la puerta).
El cacharro no aparecía. Allí los cuatro que estábamos, alucinamos en colores. El comentario mío fue: Juer, parece un efecto de taumaturgia de lo más oscura ¡digno de la tremere que soy! (para los que no estáis puestos, y resumiendo, tremere es un clan vampírico y taumaturgia se llama a la magia de ese clan. Estamos hablando del juego de rol de Vampiro). Coñas aparte estuvimos buscando el dichoso cacharro como media hora y al final desistimos. Parecía un expediente X.
Total, que salimos del bar, vamos andando por la calle, y a mí me dio por mirarme los pies (no es algo que suela hacer, pero ese día llevaba sandalias, en contra de mis costumbres, y me hace un efecto muy raro)y en el dobladillo del vaquero (suelo llevarlos vueltos hacia arriba) me veo algo que brilla. Al grito de ¡¡No puedo creerlo!! se vuelven los tres y me ven mirar, con los ojos desorbitados. Se acercó mi chico, y las carcajadas se debieron oir hasta aquí. ¡Allí había ido a parar el aparatejo del demonio!
Lo alucinante del caso (desaparición aparte) es que no se hubiera caído al moverme yo del taburete de la barra. Que no se cayera al agacharme a buscar por el suelo y que siguiera sin caerse al andar (cuando lo descubrí ya llevábamos un rato andando).
En fin. Ese día nos fuimos a dormir tardisisisimo y luego el sábado dimos una vuelta por Alicante y vimos una mascletá. Luego fuimos a comer por ahí, y luego ¡¡¡siesta!!!
Por la noche quedamos con un amigo de Elche, y fuimos a ver las hogueras propiamente dichas. A mí me gustó, pero a mi chico le desilusionaron un poco, pobre. Estuvimos una hora esperando que quemaran la hoguera que habíamos ido a ver nosotros, y el pobre decía ¿Tanto rato para esto?
Luego el domingo ratín de playa, y vuelta a Madrid.
La verdad es que estuvo muy bien, lo pasamos en gordo y yo descansé bastante, que falta me hacía, que las cosas se están poniendo "bravas" por aquí (en casa, se entiende)
Otro día que ande más cabreada (hoy estoy de lo más relajao) contaré como anda el patio, pero de momento, me ovy a dormir, que mañana a las seis y media suena el despertador y me voy a acordar de muchas cosas (de mi familia incluido, por liarme yo sola a escribir a estas horas)
Un saludico a totus

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