24 ene 2007

La Coctelera. 01 de septiembre de 2005

Hoy...
Hoy me ha pasado una cosa, que ha hecho que me replanteé si seguir en la empresa o no. Pero a continuación he pensado en el piso que pretendo comprarme. Y que ir al banco a pedir una hipoteca con una sola nómina, no es la mejor idea.
Y aquí estoy, debatiéndome. ¿Principios? ¿Dinero? (con todo lo que este último implica: el piso, la independencia...)
No voy a entrar en muchos detalles... no merece ni la pena. Pero me he sentido como una Judas. Todo provocado por las historias, la mala gestión (intencionada o no), el creerse dios...Así que, si ya tenía poco con los proveedores, ahora encima trabajadores. Ale.
En fin. Esto de arriba, lo empecé a escribir ayer, pero, sinceramente, estaba tan jodida (con perdón de la expresión, no se me ocurre nada mejor que defina mi estado de ánimo de anoche) que no tenía ganas ni de escribir, ni de publicar, ni de ná.
Lo único que me apetecía era tomarme una copa detrás de otra y listos. Lo que pasa es que como no me gusta emborracharme, pues no bebí.
Hoy el día empezaba más o menos como terminó ayer, peeeeero a eso de las 12, me han mandado un escueto mensaje al móvil: "He hablado con la del piso y me lo reserva" Así que me puse muy, muy, muy contenta.
Luego vinieron las llamadas a casa, y rápidamente los ofrecimientos. Mi abuelo me dijo, que me daba una cantidad. Y mi tía también. Lo de mi tía, no tengo ningún cargo de conciencia en aceptarlo, ella ya sabe que no habrá bodorrio.
Pero cuando mi abuelo me lo dijo... tentada estuve de decirle que no. Me parece que antes de que compremos el piso (como ya os he contado en la entrada anterior -Divagaciones) voy a tener el baile.
No sé, me parece lo más justo para él: ya que quiere poner tanta pasta (para otra persona será poquito, para él es un mundo entero, todos sus ahorros) pues por lo menos que sepa en qué condiciones.
Es el dilema del que hablé antes. Por una parte soy muy consciente de que es mi vida, y tengo que vivirla. Y por otra, me da ... ¿cómo decirlo?, sacad conclusiones, desilusionarle.
Incluso me dio miedo, que por decírselo, le de otro tabardillo que se lo lleve puesto.
Vamos, que me parece de ley decirle: "Antes de que pongas la pasta, que sepas que me voy a vivir con mi chico, pero que no me voy a casar, ni por la Iglesia, ni por lo civil. Al menos de momento"Mi madre una vez (hace mucho tiempo, cuando le conté que me iba con mi novio hace un año, casi) me dijo que no le dijera nada hasta que no me mudara. Sinceramente, creo que no lo había pensado. Precisamente ella, que va siempre con la verdad por delante, aunque duela.
(Y aunque en ocasiones todos pensemos que se pasa tres pueblos)
No tengo muy claro, ni cuando se lo voy a decir, ni como, pero siento que tengo que hacerlo. Es lo que él me enseño.
Y eso que le tengo más miedo que a un nublado. Pero no porque se enfade o me chille... no. Tengo miedo de ver esos ojos azules tristes. De ver dolor en ellos. De su ... silencio.
Como dije antesdeayer, es la única persona de la que me importa lo que piense de mí. Y sí, si quiere mi felicidad... pero... A veces me siento un poco traidora hacia él. Yo aquí, haciendo planes (ojo, que me hacen mucha ilusión) y él...Pffff. Tengo un serio "dolor" de cabeza. Pero... no quiero sacrificar lo que tengo. Aunque ganas me han dado en algún momento. Eso sería ¿Cobardía? Por no querer enfrentarme a él. Por no querer hacerle ver lo que quiero. Por no hacerle sentir que es mi oportunidad, y que no debería dejarla. Ay. Voy a dejar de calentaros los ojos... que ya está bien.
Un saludico

No hay comentarios: