La Coctelera. 14 de octubre de 2005

Aburrimiento

Pues eso. Que estoy en la oficina más aburrida que una mona. Que me han llamado esta mañana para hacer una entrevista de trabajo. A ver si puedo cambiar, por que esto ya sí que tiene mala pinta.

La verdad es que me importa cero, por que para hacer lo que estamos haciendo, y para vivir como estamos viviendo pues me largo. A ver si doy con un sitio que no tenga muy mal ambiente, y ya si pudiera ser que paguen por lo menos (y como poco) lo que estoy cobrando yo, que la mayoría de ofertas tenía más horas de las que hago (más horas, más sueldo ¿No? es lo que dice la lógica)

A mí lo de salir más tarde, no me importa mucho. Ahora mismo no tengo más que una hora para comer, y claro salgo a las seis. En casi todos los sitios hay dos horas para comer, y claro, se sale a las siete. Y los viernes yo salgo a las dos, y normalmente se entra antes y se sale a las tres o por ahí.

Lo dicho. Que me queda un cuarto de hora para salir, y que seguro, segurísimo que mi jefe viene en los dos próximos minutos y se pone a pedirme cosas. Me juego el cuello.

Ej que mientras no está su secretaria, yo soy la que la sustituye, por lo que tengo mi curro y el suyo, entre el que se incluye el premio gordo, el jefe. Qué se le va a hacer. Me pagan para eso, pero de todos modos, estoy deseando que en la entrevista que tengo el lunes me guste, les guste y me pueda largar de aquí.

Un saludico