27 abr 2007

La Coctelera - Qué Diario. 30 de agosto de 2006

Carta de medianoche VI (Retonno... ... al hogar)
Hola!
Han terminado las vacaciones, he viajado, leído, reído, llorado (también tocó, también) descansado, paseado, bebido, comido, engordado y disfrutado como una enana posesa.
Y, a pesar de que se presenta una temporada dura, hoy estoy contenta.
No sé por qué, por que no ha pasado nada especial, peeeero, lo estoy. Imagino que cargué pilas, estuve con la familia unos días, y visto lo que ví, estar sola otra vez, me hace sentir tranquila.
He visto muchas cosas muy bonitas, varios pueblos que no hubiera visitado de no ser por que estaba allí; también me sentí como una dama medieval por un ratito.
Hemos visitado dos castillos o tres. El que más me gustó, el de Almansa, que se podía pasear por dentro, y aunque no tiene tapices, ni muebles, ni guía ni ná, está precioso y muy bien reconstruído (no se nota mucho contraste entre lo nuevo y lo viejo, fuera de lo obvio)
He paseado por la playa, me relajé con el sonido de las olas, con la arena en mis pies (aunque cuando no estaba en la orilla, quemaba la maldita), sentada en la toalla escuchando el mar. También ví medusas, pero de lejos ¿eh? y no estaba yo en el agua, ni había ningún riesgo. Con lo bonito que es verlas de noche, y lo puñeteras que son.
He estado también en el campo: rocas, bosques, tierra, mil estrellas, campos arados, aire, lluvia (sólo un día), y esa fuerza que sólo se puede respirar ante una montaña. Me dejé llevar por un río, por su aparente calma, por las plantas que crecen de él, por como puede arrastrarlo todo.
He visto águilas, con su vuelo fuerte, tranquilo, atento a cualquier cosa que se mueva por debajo. Parecían decir: Nada puede con nosotras aquí arriba.
En fin, que he tenido campo, playa, pueblos y ciudades, y en todos y cada uno de ellos, he tenido momentos inolvidables: sola, con amigos y con mi chico.
Me reconcilié un poco conmigo, me he fortalecido algo, me he escuchado y he tomado un par de decisiones importantes. No todas me gustan, pero son lo que debo hacer.
He aprendido (otra vez) a cerrar los ojos, y oir la nada. Y relajarme con eso. He vuelto a aprender de mi chico. He aprendido también a confiar más en mí hacia él, me explico, a saber que no tengo que callarme, que si necesito hablar, mejor que con él, con nadie.
Creo que quizá todo eso es lo que hace que hoy esté contenta. He estado viendo las fotos, y cada una ha traído una sonrisa, un pensamiento, una alegría... sí, definitivamente me han sentado muy bien los días de vacaciones.
Mañana más
Un saludico

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